El día 15 de febrero Carlos Núñez actuará en el teatro Amadeo Roldán de La Habana como solista de la Real Filharmonía de Galicia. Será la primera vez que Carlos haga su programa sinfónico con una orquesta gallega, después de tocar con orquestas en Alemania, EE.UU., Japón, Italia, Francia, Reino Unido, etc.
Carlos actuó en Cuba por vez primera en 1993, en el histórico Teatro García Lorca del Centro Gallego de La Habana. En ese concierto fueron sus invitados La Vieja Trova Santiaguera, con los que se interpretó el Para Vigo me Voy de Leucona, que por aquel entonces estaba prácticamente olvidado, pese a su gran éxito décadas atrás. Desde su grabación en el primer disco de Carlos volvió a ser el gran paradigma de estas músicas emigrantes.
Esa visita a la isla hace ya 15 años, le haría descubrir a la música gallega en la emigración americana, cuyo interés más evidente es la fusión que se produjo con las músicas latinas, como fue el caso de de la canción Galleguita, una cubanización de Unha Noite na Eira do Trigo, sin duda la canción que más caló en Cuba.
Pero ese viaje también fue el descubrimiento de la conservación en la emigración de formas arcaicas de hacer música gallega, que en Galicia desaparecieron, especialmente tras la guerra civil. Esto es especialmente evidente en Cuba, donde en esas primeras visitas aún vivían gaiteiros gallegos muy mayores – alguno de ellos pasaba de los 100 años, como Clemente Brañas –, que tocaban con un estilo desaparecido ya prácticamente en Galicia. Esos gaiteiros fueron más tarde objeto de un documental. Los últimos Gaiteiros de La Habana, Premio Iberoamericano de Periodismo Rey de España 2004, en el que aparece el encuentro en Galicia de Carlos con uno de los últimos vivos en aquel momento, Eduardo Lorenzo. Hoy no debe quedar casi ninguno.
Le contó todas estas historias a Paddy Moloney de los Chieftains y a Ry Cooder, con quien Carlos estaba grabando en Nueva York. Ambos se animaron, y en 1995 se grabaron en los estudios de la Egrem, con ellos dos y el resto de The Chieftains , además de varios músicos cubanos (Omara Portuondo, Cachaíto, Pancho Amat, Richard Egües…), varios temas para el disco “Santiago” que ganaría un Grammy. Ry Cooder volvería unos meses después y con varios de los mismos músicos grabaría Buena Vista Social Club.
Hoy, esa inexplorada conexión de la música gallega con América gracias a nuestros emigrantes, ya es parte de nuestro imaginario.